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jueves, 3 de septiembre de 2020

El té verde, un medicamento natural con alto poder antioxidante

Breve historia del té verde

Antiguamente el té formaba parte de la dieta habitual en muchos países asiáticos y no sólo se tomaba en forma de infusión. Así, por ejemplo, en Tailandia, las hojas de té verde se comían al vapor junto con pescado seco; en Birmania, se encurtían y se añadían a la comida; en el Tíbet, las hojas de té se mezclaban con sal, cebada y mantequilla. Durante este tiempo, en China, el té verde se tomaba en infusión y era utilizado como medicina en forma de emplastos para el reuma.

La planta medicinal del té verde en medicinas

Fue Eisai Zenji (1141-1215) quien trajo el té verde desde China al Japón y el que impulsó su utilización. En su libro Kissa Yojoki, o Libro del Té, Eisai señalaba: El té es una medicina milagrosa para el mantenimiento de la salud con un poder extraordinario para prolongar la vida. En el libro se mencionan las cualidades medicinales del té verde, incluyendo la disminución de los efectos nocivos del alcohol, su actuación como estimulante, su eficacia para tratar el beriberi, las indigestiones y algunas enfermedades de piel, y su utilidad para prevenir la fatiga y mejorar las funciones urinarias y del cerebro.

Elaboración del té verde

Conviene reseñar que estamos hablando del té verde y no del té negro que surge tras la fermentación del té verde. Para conseguir té verde, las hojas de té se recolectan y se someten rápidamente a una suave cocción al vapor, lo que desactiva las enzimas de la planta y detiene el proceso de fermentación. Después las hojas de té se prensan, enrollan, trituran y secan para su almacenamiento.

Los principales productores de te verde son China, Japón y Vietnam.

Composición del té verde

Aminoácidos: El aminoácido por excelencia y exclusivo del té verde es la teanina que es capaz de producir una sensación de relajación. Otros aminoácidos que forman parte del té verde son el ácido glutámico, el triptófano, la glicina, la serina, el ácido aspártico, la tirosina, la valina, la leucina, la treonina, la arginina, la lisina, la fenilalanina y la aspargina.

Cafeína: El contenido de cafeína del té verde es moderado. Además, su poder estimulante se ve contrarestado por la acción relajante de la teanina.

Minerales: Son muy numerosos los minerales presentes en el té verde: calcio, cromo, magnesio, manganeso, hierro, cobre, molibdeno, sodio, fósforo, cobalto, estroncio, níquel, potasio, aluminio, flúor y selenio.

Polifenoles: Son compuestos naturales con importantes propiedades antioxidantes presentes en algunas frutas y verduras y en el vino.

Vitaminas: Las principales vitaminas presentes en el té verde son la A, B2, C y E. La alta sensibilidad de algunas de estas vitaminas al calor hace que sea conveniente preparar el té verde depositando el té en la tetera y añadiendo agua caliente pero no hirviendo.

El té verde como antioxidante y medicina

Plantación de té verde una poderosa medicina natural antioxidante

Según las investigaciones realizadas por el Dr. Lester A. Mitscher, profesor del departamento de química médica de la Universidad de Kansas (Estados Unidos), la acción medicinal antioxidante del té verde es una de las más potentes que se conocen. Esto es debido a que las catequinas que forman parte de su contenido y, en especial, la conocida como EGCG (epigalocatequina galato), son mucho más efectivas que otros antioxidantes más conocidos. Según estos estudios, las catequinas del té verde demostraron ser 100 veces más potentes que la vitamina C en la prevención de la oxidación del ADN causada por los radicales libres y 25 veces más que la vitamina E.

Es conocido que la acción de los radicales libres es uno de los causantes del envejecimiento de los tejidos. El efecto antioxidante del té verde constituye la base sobre la que se asientan sus benéficos efectos. El alto consumo de té verde entre los japoneses parece ser uno de los factores que contribuyen a que sea uno de los pueblos más longevos del mundo.

Por otro lado, en el té verde hay una gran cantidad de flúor, el cual puede ayudar a fortalecer huesos y dientes, y por lo tanto, a reducir el deterioro de los mismos y evitar las caries.

Además, se ha comprobado que el té verde tiene potencial para la lucha contra el cáncer de piel, de estómago, de esófago y de colon, así como para regular el azúcar en sangre y los niveles de insulina.

Aviso: Esta bitácora no es un consultorio médico. Si cree que su salud se resiente, consulte con un médico o farmacéutico.

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Advertencia

Este blog no es un consultorio médico. Si su salud requiere atención, por favor consulte con un profesional de la medicina o un farmacéutico.