En la actualidad, los problemas estéticos de aquellos que tienen algún problema con su vista o defecto visual son prácticamente cero. De hecho se puede decir que incluso al contrario, ya que la industria óptica ha desarrollado productos, como las lentes de contacto coloreadas, que posibilitan cambiar el color e incluso el aspecto de nuestros ojos.
Pero es que las lentes de contacto no sólo solucionan los problemas estéticos de quienes tienes problemas con su visión (usualmente miopía), ya que si las comparamos con las gafas, estas pequeñas lentes que se mimetizan perfectamente con nuestros ojos resultan ser muy cómodas, permitiendo además que practiquemos muchas actividades deportivas con total comodidad. En farmacéuticos y salud analizaremos a continuación los diferentes tipos de lentilla, así como sus ventajas y sus inconvenientes. También os daremos algunos consejos y normas básicas para salvaguardar la salud del ojo si utilizamos lentes de contacto.
Tipos de lentillas o lentes de contacto
Según sea nuestro defecto visual podremos utilizar un tipo diferente de lentilla: rígidas (en desuso), semirrígidas (o rígidas permeables al gas), blandas de larga duración y blandas de usar y tirar.
Cada tipo tiene sus ventajas e inconvenientes, y la elección de un tipo u otro debe estar basada en los consejos del óptico o el oculista, consejos que estarán basados en las necesidades propias de cada paciente. De igual forma que las gafas, las lentes pueden ser cilíndricas o esféricas (estas últimas se usan para corregir el astigmatismo). De cualquier forma, si la persona con defectos de visión no presenta ningún problema específico, no existen realmente motivos para aconsejar o desaconsejar uno u otro tipo.
Semirrígidas
Este tipo de lentillas era muy usual antes de la aparición de las lentes de contacto blandas. Son más duras y resistentes que el resto de las lentillas.
Ventajas
- Sirven para corregir prácticamente cualquier tipo de problema visual.
- La visión suele ser mejor que con las lentillas blandas.
- Su mantenimiento es sencillo.
- Son las lentillas que más tiempo duran (entre 2 y 3 años).
Inconvenientes
- No son recomendables para utilizarlas realizando deporte, ya que con un mínimo golpe se pueden caer al suelo.
- El ojo necesita un mayor periodo de adaptación a las lentes.
Blandas normales
Las lentes de contacto blandas están especialmente indicadas para la miopía y son más cómodas que las semirrígidas.
Ventajas
- Son cómodas de llevar.
- El periodo de adaptación al ojo es corto.
- Son válidas para corregir la mayoría de los defectos ópticos.
- Las lentes de contacto blandas tóricas están recomendadas para corregir el astigmatismo.
- Si se utilizan a diario son más económicas que las desechables.
Inconvenientes
- Son más gruesas que las desechables y, por lo tanto, algo más incómodas.
- Debe seguirse un especial cuidado de conservación y mantenimiento, necesitando diferentes productos para su conservación y limpieza.
Blandas desechables (semanales o mensuales)
Las lentillas de usar y tirar, también denominadas desechables, están indicadas para la miopía y la hipermetropía (semanales o quincenales), pero también, si son tóricas, para el astigmatismo (mensuales).
Ventajas
- El periodo de adaptación al ojo es breve.
- Son cómodas de utilizar, incluso para la práctica deportiva.
- Precisan pocos cuidados de conservación y mantenimiento.
Inconvenientes
- Una vez abierto el envase que las contiene, duran sólo el periodo indicado.
- Hay que tener cuidado de no dejárselas puestas para dormir, ya que casi no se notan en el ojo.
- Si se van a usar a diario, es decir, todos los días del año, resultan más caras que las blandas normales.
Blandas desechables (de un día)
La mayoría de los pacientes que utilizan este tipo de lentillas lo hace por motivos estéticos, por ejemplo, para no llevar gafas cuando se sale los fines de semana.
Ventajas
- No necesitan ningún tipo de mantenimiento ni cuidados especiales.
- El ojo se adapta a ellas con suma facilidad.
Inconvenientes
- Resultan algo caras si se utilizan a diario.
- Sólo están disponibles para lentes de contacto esféricas.
- Son más finas que el resto de lentillas, por lo que son poco resistentes y pueden partirse con mayor facilidad.
Problemas de salud derivados del uso de lentes de contacto
La mayor parte de los problemas de salud derivados del uso de lentillas son, por lo general, causados por su uso indebido. Si se utilizan de forma correcta y se conservan adecuadamente los riesgos de que produzcan problemas de salud son mínimos.
Irritación en el ojo: es preciso tener el cuenta que la presencia de la lente de contacto en el ojo provoca un adelgazamiento de la córnea, hecho que provoca que la córnea sea más sensible a las infecciones. Es el principal motivo de que los pacientes abandonen el uso de las lentillas.
Abrasión de la córnea: las lentillas de por sí no pueden provocar abrasión de la córnea, pero puede ocurrir que un corpúsculo (por ejemplo de maquillaje o una legaña) se introduzca entre la lente de contacto y la córnea, de esta manera cuando movemos los ojos dicho corpúsculo puede dañar la córnea o el estrato superficial del ojo. No es algo muy usual, pero, de ocurrir y si no se producen infecciones, el tejido dañado se regenerará de forma progresiva y sin consecuencias.
Problemas de oxigenación del ojo: efectivamente, las lentes de contacto, sean del tipo que sean y aunque permitan el paso del oxígeno (las lentillas blandas están formadas en un 90% por agua), reducen el aporte de oxigeno a la córnea. Para reducir las molestias originadas por este problema es aconsejable llevar las lentillas durante un número reducido de horas seguidas (nunca más de diez horas diarias).
Infecciones del ojo: las personas que utilizan lentillas están más expuestas a las infecciones del ojo que las que simplemente utilizan gafas. Por este motivo resulta conveniente hacerse una revisión al menos una vez al año.
Consejos si utilizamos lentillas o lentes de contacto
Si usáis lentillas o lentes de contacto, desde farmacéuticos y salud os recomendamos seguir las siguientes pautas:
- Cambiar las lentillas teniendo en cuenta su plazo de utilización.
- Acudir al oculista o al óptico para que nos recomiende el tipo de lentilla que se ajuste a nuestras necesidades. No basarse en lo que nos diga un amigo, lo que puede ser adecuado para él, puede que no lo sea para nosotros.
- Lavarse las manos antes de manipular las lentillas.
- Mantener y cuidar las lentes de contacto siguiendo las recomendaciones del fabricante, aunque sean lentillas de usar y tirar.
- Al menos una vez al año, hacerse un examen completo de los ojos.
- No llevar nunca las lentillas más de diez horas seguidas y, por supuesto, quitárselas para dormir.
- No utilizar las lentillas si tenemos los ojos irritados. Si la molestia continúa tras quitarnos las lentillas, deberemos acudir a un profesional médico.
- Si las lentes de contacto nos molestan, deberemos dirigirnos al oculista o al óptico.
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