La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que constituye un importante factor de riesgo al favorecer la aparición y el desarrollo de graves problemas cardiovasculares como el ictus o los infartos de miocardio.
La hipertensión arterial no está causada por ninguna otra enfermedad o proceso desarrollado en nuestro organismo. Lo que sí que es cierto es que existe una importante predisposición familiar (es una enfermedad hereditaria) y que circunstancias como el sobrepeso, el consumo excesivo de sal, el alcohol, el sedentarismo o el estrés favorecen su aparición. Reducir todos estos factores es una medida eficaz para prevenir la hipertensión.
Las personas mayores, que tienen una mayor probabilidad de sufrir hipertensión, y los propios hipertensos que están tomando medicación para controlar la enfermedad, pueden tomarse la tensión y medir su presión arterial en casa con ayuda de un aparato de muy sencillo manejo llamado tensiómetro o esfigmomanómetro. A continuación daremos una serie de consejos y recomendaciones a la hora de elegir y comprar uno de estos aparatos.
¿Cómo elegir un buen tensiómetro?
Estas son nuestras recomendaciones a la hora de seleccionar y escoger un tensiómetro que permita tomarnos la tensión en nuestra propia casa:
- Debe ser digital, son más sencillos de utilizar que los analógicos.
- Recomendamos los tensiómetros de brazo. El motivo es que con los tensiómetros de muñeca es más complicado adoptar la postura correcta ya que, aunque casi nadie lo sabe, tanto muñeca (en el caso de los tensiómetros de muñeca) como brazo (en el caso de los de brazo) deben colocarse a la altura del corazón para que la medición sea más precisa. Es obvio que para los tensiómetros de brazo basta con mantener el brazo estirado para que esta circunstancia se cumpla.
- Si nuestro brazo es muy voluminoso o grueso, deberemos adquirir un tensiómetro con un manguito de tamaño más grande al usual.
- A la hora de comprar un tensiómetro deberemos asegurarnos de que cumple las normas de correcta fabricación (mostrando el distintivo CE), y de que la marca elegida dispone de servicio técnico de postventa o de servicio de atención al cliente (ya que los tensiómetros necesitan ser revisados y recalibrados aproximadamente cada dos años).
- Es conveniente, aunque no imprescindible, escoger un tensiómetro que esté validado por la Sociedad Española de Hipertensión. En su página web, en la sección "Aparatos de medida PA", encontraréis un amplio listado de aparatos recomendados.
¿Dónde comprar un tensiómetro?
Farmacias, parafarmacias y ortopedias son puntos de venta perfectos a la hora de comprar un tensiómetro, pero si queréis ahorrarnos un buen dinero, nosotros os aconsejamos comprarlo en Internet.
¿Por qué existe una tensión arterial máxima y otra mínima?
La presión máxima o sistólica es la que soportan las arterias cuando el corazón se contrae (movimiento de sístole) para expulsar la sangre de su interior.
La presión mínima o diastólica es la que soportan las arterias cuando el corazón se relaja (movimiento de diástole) permitiendo la entrada de sangre en su interior. Obviamente, cuando esto ocurre, la presión arterial disminuye aunque siemores sigue existiendo cierto grado de presión sobre las paredes arteriales.
¿Cuándo se sufre hipertensión?
Lo cierto es que son los médicos los que deben valorar cuando una persona sufre hipertensión y ésta debe medicarse. La cifra ideal de la tensión arterial es 120/80, mientras que un enfermo con problemas graves de hipertensión ofrecerá registros superiores a 180/110, pero entre estas dos medidas son los médicos los que deben dictaminar y hacer un diagnóstico concreto.
Es decir, los diagnósticos pueden variar dependiendo de las circunstancias de cada paciente, el médico debe valorar su edad (cuanto mayores somos, hay mayor riesgo cardiovascular), sexo (los hombres tienen más riesgo), los antecedentes familiares, el consumo de tabaco, el tener el colesterol alto, el sufrir diabetes, el estar obeso o el sedentarismo. Con la suma de todos estos factores el médico puede tomar la decisión de tratar con fármacos incluso una hipertensión ligera.
En la actualidad se considera que existe hipertensión cuando, de manera continua y persistente, el enfermo presenta valores iguales o superiores a 140 mmHg (milímetros de mercurio) de máxima o 90 mmHg de mínima:
- Tensión alta: mayor o igual a 130/85.
- Hipertensión leve: mayor o igual a 140/90.
- Hipertensión moderada: mayor o igual a 160/100.
- Hipertensión severa: mayor o igual a 180/110.
También conviene saber que para diagnosticar hipertensión es necesario realizar tres medidas separadas varios días y que dichas medidas ofrezcan valores superiores o iguales a 140/90.
Algo que la gente no sabe, es que la hipertensión es una enfermedad por lo general asintomática y quien la sufre no suele ser consciente de ello. El cuerpo se hace a esta circunstancia y los efectos sólo se notan a largo plazo, de tal manera que casi el 50 por ciento de los ictus e infartos de miocardio están relacionados con situaciones de hipertensión arterial mantenidos en el tiempo. Por este motivo resulta conveniente, sobre todo a partir de los cuarenta años, tomarse la tensión al menos una vez al año.
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