Su nombre científico es Melissa officinalis. A principios del siglo XVII, los carmelitas descalzos obtuvieron a partir de la melisa, la conocida Agua del Carmen, un licor bastante efectivo contra las crisis nerviosas.
La melisa o toronjil tiene un aspecto parecido al de la ortiga, en verano despide un olor muy agradable parecido al del limón debido a su contenido en los terpenos citronelal, citronelol, citral y geraniol. Es natural del sur y centro de Europa y crece en estado silvestre en terrenos ricos en materia orgánica y en lugares frescos y sombreados. La mata de la melisa o cedrón puede alcanzar hasta un metro de altura. Se puede cultivar fácilmente pero hay que tener en cuenta que sus flores atraen a las abejas. En otoño, la melisa pierde el agradable olor a limón que desprenden sus flores azules y blancas, en este momento se debe cortar a unos 20 centímetros. Las hojas y flores deben recogerse durante la floración. El material recogido debe secarse a la sombra y guardarse en recipientes herméticos y bien limpios.