De forma similar al obturador de una cámara de fotos, nuestra pupila se contrae o se dilata en función de la cantidad de luz que recibe. Por otro lado, el cristalino funciona como una lente interna que hace posible, independientemente de a qué distancia se encuentren, el enfoque de los objetos e imágenes que enviamos al cerebro. Las cataratas son un enfermedad que produce que el cristalino se vuelva opaco, causando que todo lo que vemos aparezca desenfocado, como en una fotografía borrosa.
Las cataratas son la primera causa de ceguera entre los ancianos y la principal responsable de su pérdida de autonomía. Lo más común es que los síntomas de las cataratas se vayan desarrollando de forma progresiva y a un ritmo diferente en cada ojo. Las cataratas, en los países desarrollados, empiezan a aparecer en las personas de unos 60 años de edad, mientras que en los países del tercer mundo se presentan antes, hacia los 50 años. En farmacéuticos y salud hemos escrito este artículo con el objetivo de dar algunas pautas para prevenir y paliar los efectos de esta enfermedad, así como aconsejar a nuestros lectores sobre cuando resulta aconsejable acudir al médico para que valore la posibilidad de que se haya desarrollado una catarata en alguno de nuestros ojos.