Mientras estamos durmiendo, nuestro cerebro pasa a encontrarse en unos niveles de alerta inapreciables dejando prácticamente de reaccionar ante los estímulos externos. Aunque el cerebro nunca deja de estar activo, sí que disminuye de forma significativa su actividad, variando dicha actividad dependiendo de la fase del sueño en que nos encontremos.
Existen dos fases del sueño, dos fases que se suceden de forma alternativa, la primera es el sueño no REM (Rapid Eye Mouvements) y la segunda es el sueño REM. La alternancia de las fases No REM y REM se sucede varias veces mientras dormimos y los ciclos suelen durar entre 90 y 100 minutos. Es probable que cuando se inicia un ciclo No REM - REM no despertemos brevemente sin ser conscientes de ello al día siguiente, lo que sí que tenemos que tener claro es que cuanto más fraccionado es el sueño, peor es la calidad del mismo.