Guantes de látex para mantener la higiene

Los guantes de látex suponen un elemento indispensable en todos aquellos trabajos en los que se manipulen sustancias químicas y que precisan un mínimo nivel de higiene. Y es que además de ser una garantía para la protección de las manos frente a sustancias tóxicas o agresivas y abrasivas, en ciertos procesos es necesario no tocar directamente los materiales para evitar su contaminación.

También son muy usados por ejemplo cuando se trata de auxiliar a una persona después de haber sufrido un accidente para evitar el contagio de enfermedades. De hecho todos los cirujanos y médicos los utilizan sin excepción, sobre todo desde que en los años ochenta se empezaran a divulgar las “Precauciones Universales” tras la aparición del VIH.

Sin embargo, no en todos los trabajos se utiliza el mismo tipo de guantes de látex, sino que existe una gran variedad de ellos para poder ser utilizados en las diferentes profesiones que los requieren. Podemos clasificarlos en desechables y no desechables, pero dentro de estos dos grandes grupos se pueden encontrar diferentes subclases en función del tipo de material en el que hayan sido fabricados, como los guantes de polvo, los sin polvo, los azules y los mentolados.

En cualquier caso, los guantes de látex ofrecen multitud de ventajas, una de ellas es su flexibilidad, lo cual les confiere una gran adaptabilidad, suavidad al tacto y facilidad para manipular materiales. No obstante, cuentan con el inconveniente de que al estar elaborados con sustancias naturales, la proteína que contienen puede provocar alergias en determinadas personas. Tanto es así que no se recomienda su uso cuando se trabaja en la manipulación de alimentos debido al hecho de que pueden provocar reacciones alérgicas en el consumidor.

Es por ello que en estos casos lo ideal es recurrir a los guantes de vinilo, guantes que están fabricados a base de materiales sintéticos por lo que no producen ningún tipo de reacción. El problema es que su flexibilidad es mucho menor, por lo que no se adaptan tan fácilmente y la suavidad al tacto no es tanta como la de los guantes de látex. Además su precio suele ser superior. Normalmente pueden encontrarse en azul sin polvo.

Es por ello que los guantes de látex son la mejor opción cuando se trabaja en profesiones en las que se deben realizar procesos delicados como forma de evitar riesgos tanto para el trabajador como para el consumidor.