La belleza y estética dental no sólo tiene que ver con todos aquellos aspectos asociados con el embellecimiento de nuestros dientes, sino que también cubre aspectos relacionados con la salud dental, ya que belleza y salud no son conceptos contrapuestos sino que en cuestión bucodental van siempre de la mano.
En odontología la belleza y estética dental es un tema de estudio constante, no en vano la boca es una de las zonas más visuales de nuestra cara y una sonrisa bonita nos hace ganar muchos puntos, siendo en muchos casos la frontera entre tener éxito o no tenerlo, tanto en el aspecto profesional como el personal.
En con buena salud sabemos que son muchos los avances que la odontología ha sufrido en los últimos tiempos, y sobre todo en temas de belleza y estética dental, donde los materiales dentales empleados han mejorado notablemente, permitiendo restauraciones de dientes imperceptibles y de larga duración, manteniendo en el tiempo la coloración, ofreciendo simultáneamente una alta resistencia mecánica.
A continuación os queremos hacer llegar información sobre algunas de las técnicas de estética dental más empleadas en la actualidad.
Blanqueamiento dental
Se trata de un tratamiento dental que reduce el tono amarillento de los dientes, dejándolos en muchos casos totalmente blancos (lo normal es que se logre aclarar el tono del diente entre cinco y diez niveles), pero respetando los tejidos del diente y las encías. Se trata de un tratamiento no invasivo, que se aplica muy rápidamente y que puede durar más de cuatro años, dependiendo de nuestra alimentación, la higiene bucal que sigamos, y de nuestra propia química bucal.
Las técnicas suele basarse en el empleo de agentes oxidantes que se potencian con el empleo de haces de luz y, a veces, láser. Se tratas de técnicas totalmente inocuas para las encías y empastes que nos hayan podido hacer con anterioridad, consiguiendo que nuestra sonrisa tenga un aspecto saludable y sano.
Los agentes oxidantes más utilizados son el peróxido de carbamida (que se aplica durante al menos una semana por periodos de 3 ó 4 horas al día) y el peróxido de hidrógeno (una sustancia más agresiva que el peróxido de carbamida ya que hay que aplicar calor para estimular la superficie dental y, además, evitar el contacto del peróxido de hidrógeno con la encía ya que se producir una quemadura química).
No obstante, en la actualidad ya se utiliza con mucho éxito el láser en el blanqueamiento dental.
Para blanquear nuestros dientes también se emplea otra sustancia, el peróxido de hidrógeno. Esta es una técnica un poco más "agresiva" que la anterior, ya que aplica calor para estimular la acción de blanqueamiento.
Si hacéis clic en el siguiente enlace podréis conocer cual suele ser actualmente el precio del blanqueamiento dental. Como podréis suponer, unos precios tan asequibles suponen que cada vez sean más las personas que deciden realizarse un tratamiento de blanqueamiento dental.
Implantes dentales
Un implante dental no es más que un producto odontológico que permite remplazar de manera artificial las raíces naturales de los dientes que se han perdido, para luego montar sobre ellos las prótesis dentales o dientes artificiales que sustituirán a los dientes perdidos. Es claramente una forma de embellecer nuestra sonrisa porque hay pocas cosas más feas que una sonrisa a la que le faltan dientes.
Los implantes dentales suelen tener forma de rosca para permitir el enganches del diente artificial al hueso y, obviamente, se fabrican con materiales biocompatibles (generalmente se utilizan titanio y materiales cerámicos) para evitar el rechazo. Actualmente los avances de la técnica de implantación dental han permitido que el porcentaje de implantes exitosos llegue casi al 100%.
Entre las ventajas de los implantes dentales se encuentra el hecho de que prácticamente no se distingue la diferencia con los dientes normales, otorgando un mayor valor estético que las reconstrucciones o las dentaduras postizas. Por otro lado, los implantes no tienen el problema de la inestabilidad de las prótesis removibles convencionales, por lo que las personas que requieren el reemplazo total de sus dientes son las que obtienen un mayor beneficio. Además se evitan otros problemas de las prótesis removibles como son los problemas de reabsorción del hueso y de adaptación.
Los implantes tienen también la ventaja de que evitan el desgaste de las piezas dentales sanas que lo rodean.
La colocación de un implante se realiza en dos etapas. Primero hay que colocar el implante dentro del tejido óseo, procediendo a esperar de cuatro a seis meses hasta que se consigue la integración del implante en el hueso (implante y hueso quedan unidos biológicamente). Finalmente se procede a la instalación de la prótesis dental correspondiente sobre el implante.
Conviene saber que no todos los paciente son aptos para recibir implantes dentales, por lo que conviene acudir a especialistas y profesionales que nos asesoren sobre la mejor opción personal, tanto para nuestra estética como para nuestra salud dental.
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